La empresa estadounidense Scuderi Group ha finalizado las pruebas de un nuevo tipo de motor de combustión interna. La emisión de gases invernadero en el motor diseñado es mucho más baja frente a los modelos habituales: la de dióxido de carbono (CO2) se ha reducido a la mitad y la de óxidos de nitrógeno (NOx), en un 80%. Las cifras están comprobadas por el Instituto de Investigaciones del Sudoeste (Southwest Research Institute), en el Estado de Texas, EE. UU.
La capacidad del motor de 1 litro de volumen es de 135 c.v. a 6.000 revoluciones por minuto. Los diseñadores comentan que su eficacia de combustible es un 36% más que en sus análogos convencionales. El motor tiene un ciclo separado ('split cycle engine'), es decir, las cuatro etapas de combustión interna -toma, compresión, combustión y escape- se realizan en dos cilindros emparejados conectados por una especie de corredor. Uno funciona como un compresor de aire y maneja la toma y compresión, y el otro la combustión y el escape.
El principio no es nuevo, pero los modelos anteriores tenían unas dimensiones demasiado grandes y una eficacia energética muy baja, lo que los hacía menos rentables para la producción masiva. La obra de Scuderi Group, en cambio, no tiene estas desventajas.
Otra innovación es que el motor está equipado con válvulas neumáticas. La mezcla de combustible y de aire entra en un cilindro para pasar luego al otro y quemarse. Cuando un vehículo empieza a frenar, las válvulas neumáticas se abren hacia el exterior empujando el 100% de la mezcla comprimida fuera del cilindro a un depósito especial, donde esta 'se almacena'. Si el vehículo necesita una aceleración adicional, podrá usar esta reserva.
Según los diseñadores, lo más importante es que su motor cuenta con detalles estándar, lo que permite lanzarlo a producción sin demora. Además, está sujeto a modificaciones: se puede aumentar su capacidad aumentando los tamaños del depósito para la mezcla comprimida.
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