Por César Javier Palacios
El concurso Big Bang Challenge ya tiene un ganador. De las 352 ideas presentadas bajo el requisito de “negocios para mejorar el planeta” ha sido seleccionado el proyecto Azoteas Vivas, ideado por Laura Barragues, licenciada en Ciencias Ambientales, y Felipe Blanco y Judith Bilbao, ambos ingenieros Químicos y del Medio Ambiente.
Azoteas Vivas busca dar uso a un espacio habitualmente desaprovechado en los entornos urbanos: las azoteas, creando un “espacio vivo con la instalación de huertos urbanos”.
Sus responsables destacaron como ventajas claras de la idea las mejoras ambientales, creación de nuevos espacios de recreo y nuevas formas de agricultura, creación de nuevos puestos de trabajo, adaptación de cada instalación a las necesidades de cada edificio, educación infantil en sostenibilidad y medioambiente. Originalidad e innovación que les han hecho merecedores del premio de 18.000 euros.
La idea no es nueva. Son muchos quienes ya tienen un pequeño huerto en la azotea o en la terraza, especialmente en grandes ciudades como Tokio o Nueva York. Lo nuevo es presentarlo como una alternativa económica a la profunda crisis actual. Ahora sólo falta que el negocio prospere, se generalice, y dentro de unos años sea lo más normal del mundo haber convertido las azoteas y terrazas de nuestras casas en nutritivas (y rentables) huertas ecológicas. ¡Qué buena idea!